ADIÒS A MI ADORADA

Por fin mi bella y mi gentil sultana

vengo a darte mi doliente adiòs,

pues es preciso partir;

tal vez mañana

lejos de ti se encuentre el corazòn.

Hoy al partir, para tierras lejanas

no estoy feliz, como debiera estar.

Tu imagen en mi alma està grabada,

y el corazòn me volverà la paz.

Lo que màs me atormenta al alejarme

es la duda que lleva el corazòn;

tal vez mañana cuando vuelva es tarde

y encuentre de otro el nido de mi amor.

Adiòs; que seas feliz; y cuando vuelva

halle fiel a mi amor tu corazòn

que no me olvides en mi larga ausencia

y a mi regreso encuentre vuestro amor.

El Brillante, septiembre 10 de 1944