lunes, 22 de junio de 2015

NUEVA PRESENCIA

Venìas de tan lejos; como de algùn recuerdo...
nada dijiste.  Nada.  Me miraste a los ojos
y algo en mi sin olvido, te fue reconocido.

Desde una azul distancia me caminò en las venas
como una nube antigua de palabras y besos,
y del fondo de un vago paìs entre las nieblas
retornaron canciones oìdas en el sueño.

Mi corazòn temblando, te llamò por tu nombre,
tu dijiste mi nombre, y se detuvo el tiempo.

La tarde reclinaba su frente pensativa
en las trèmulas manos de los lirios abiertos
y a travès de las nubes los pàjaros errantes
abrìan sobre el campo la pàgina del vuelo.

Con los hombros cargados de frutas y palomas
interminablemente pasaba el mismo viento
y en el instante  claro, los bonces de mi alma,
llena de àngeles, era como un sitio del cielo.

Una vez antes, tu te habìas ido
en la noche de estrellas o en el alba de un verso
una vez, no se donde ... y el amor fue tan solo,
encontrarnos de nuevo.


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